Bungalow de Madera con Suelo Exterior de Madera

Una casa ecológica no puede considerarse como tal si no tiene el agua entre sus prioridades. Las diez primeras estrategias para el ahorro de agua son:

  1. Reductores de caudal. Todos los grifos deberían tener algún sistema que permita reducir el caudal de los mismos. Hay tres tipos: aireadores, perlizadores o reductores. Unos se encargan de estrechar el caño, otros introducen aire dentro del chorro de agua y también hay aquellos que limitan la apertura del mando. Estos dispositivos pueden suponer entre un 20% y 50% del ahorro de agua.
  2. Reutilización de aguas grises. Debido al reducido nivel de contaminantes que posee, es posible volver a utilizar después de un breve tratamiento una parte del agua que consumimos y vertemos al alcantarillado. Es el agua de las duchas y bañeras que una vez tratadas con un filtrado y desinfección pueden volverse a utilizar para rellenar la cisterna de WC o para otras tareas como el lavado o riego. Esto supone un ahorro de un 35% del agua consumida en la vivienda. Hay tratamientos mecánicos y naturales, los más comunes serán los primeros debido a que cumplen con las normativas actuales. Estos sistemas mecánicos tienen conexión de los lavabos y bañeras a un depósito que realiza dos tratamientos de depuración: por un lado uno físico, basado en impedir que pasen partículas sólidas mediante unos filtros; y por otro, el químico basado en la cloración del agua mediante la utilización de hipoclorito sódico. A su vez, los sistemas naturales tienen una serie de filtros y humedales que permiten sanear el agua para un uso posterior en actividades como el riego.
  3. Aprovechamiento de aguas pluviales. Estas aguas son recogidas, filtradas y almacenadas de una forma adecuada. Son, por tanto, una fuente alternativa de agua que hace posible un gran ahorro y la sustitución de agua potable en numerosas ocasiones. Este agua es útil para cisternas de inodoros, limpieza, lavadoras…
  4. Ahorrar agua con grifos monomando. Cada vez que abrimos el grifo se activa el sistema de agua caliente aunque solo queramos la fría. Además, el tiempo que dejamos abierto el grifo no es suficiente como para que se consiga calentar. Actualmente existen ya grifos con una apertura siempre en frío, para que solo ofrezca este tipo de agua. De esta manera solo se consumirá el agua caliente cuando lo creamos necesario.
  5. Cisternas de doble descarga. Permiten vaciar la mitad o toda la capacidad de la cisterna en función del uso que hagamos de la misma. Es posible pasar de los 3 a los 9 litros según sea conveniente.
  6. Filtros de agua. Serán los encargados de aumentar la calidad del agua y eliminar aquellos cloros, metales pesados, pesticidas y compuestos orgánicos volátiles. Existe una amplia variedad de filtros como pueden ser los decalcificadores, filtros de carbón activo, sistemas de osmósis inversa…
  7. Conectar lavavajillas y lavadora a ACS. Conectar estos dos electrodomésticos a la red de agua caliente, si esta es generada a través de sistemas renovables, hará que el ahorro sea mucho mayor.
  8. Recirculación de agua caliente. El derroche de agua hasta que consigue la temperatura deseada es mucho mayor del que imaginamos. Algunos aparatos eléctricos consiguen mediante un termostato y una bomba hacer recircular el agua hasta que esta llega a tener 35 grados, evitando de esta forma que se desperdicie.
  9. Concienciación. Ser consciente del consumo diario de agua es algo esencial.
  10. No utilizar PVC. La contaminación asociada al PVC que se utiliza en las instalaciones de agua es bastante grave. Es un material tóxico que contamina a lo largo de toda su vida, durante su producción, mientras es utilizado y cuando se convierte en residuo. Pese a ello se sigue utilizando para la fabricación de tuberías.

 

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